La sismicidad en Alaska está principalmente definida por su posición en el límite de dos grandes placas tectónicas: la Placa del Pacífico y la Placa Norteamericana. Aquí están los factores clave que contribuyen a la actividad sísmica en la región:
Zona de Subducción: La principal fuente de sismicidad en Alaska es la subducción de la Placa del Pacífico bajo la Placa Norteamericana a lo largo de la Trinchera de las Aleutianas. Este proceso es responsable de frecuentes y a veces muy grandes terremotos y actividad volcánica a lo largo de las Islas Aleutianas.
Fallas Transformantes: A lo largo del margen sur de Alaska, particularmente en la región de las Islas Aleutianas, la Placa del Pacífico y la Placa Norteamericana se deslizan una al lado de la otra horizontalmente. La más notable de estas es la Falla de Fairweather. Estas fallas transformantes generan una actividad sísmica significativa.
Terremotos Corticales: Además de las subducciones y fallas transformantes, Alaska experimenta terremotos corticales dentro de la Placa Norteamericana superior. Estos pueden ocurrir en todo el estado y son causados por ajustes de estrés regional.
Terremotos de Megathrust: La interfaz entre la Placa del Pacífico subductora y la Placa Norteamericana sobreyacente puede producir terremotos de megathrust extremadamente poderosos. El Gran Terremoto de Alaska de 1964, el segundo terremoto más grande jamás registrado, es un ejemplo de tal evento.
Actividad Volcánica: El proceso de subducción también implica una actividad volcánica significativa a lo largo del Arco de las Aleutianas. La interacción entre la actividad tectónica y el movimiento del magma puede desencadenar terremotos.
Rebote Glacial: En algunas áreas de Alaska, el derretimiento de grandes glaciares está llevando a ajustes en la corteza terrestre a medida que se elimina el peso previamente pesado del hielo. Este proceso, conocido como rebote isostático, también puede causar terremotos.
En general, la interacción dinámica entre estos procesos geológicos hace de Alaska una de las áreas más sísmicamente activas de los Estados Unidos, caracterizada por una actividad sísmica frecuente y diversa.